Así es, la estructura organizativa del trabajo influye en el
rendimiento de los empleados. Si queremos favorecer el trabajo en equipo, las
estructuras horizontales lo facilitarán más que las verticales, pues son
jerárquicas y tienen una larga cadena de mando que disminuye los niveles de
autonomía. En éstas, se trabaja en un entorno muy estructurado que implica
constantes controles mediante reuniones y monitoreo, minimizándose la colaboración
entre empleados y directivos en los procesos de la empresa. Si la naturaleza
del trabajo hace necesario buscar soluciones de colaboración entre grupos de
trabajo que funcionen de forma orgánica, la organización horizontal será más
conveniente que la rigidez del modelo vertical. La horizontalidad fomenta el
flujo de información y propicia la toma de decisiones propias, capacitando a
los empleados a tomar decisiones operativas en el desempeño de su puesto de
trabajo y también a consultar con la dirección las cuestiones que estimen
pertinentes. Más allá de un mínimo de obligado cumplimiento, relacionado con
cuestiones legales y la política de la empresa, en la estructura horizontal el
personal persigue objetivos de producción. Su autonomía, por lo tanto, debe
orientarse a aquellos y resultar idónea para poder alcanzarlos, fomentando la
productividad. Sin embargo, una estructura vertical podría resultar apropiada
cuando se requieran mandos intermedios y una toma decisiones no participativa.
Dentro de este contexto, al trabajador se le dan las pautas a seguir para
ejecutar correctamente su trabajo, controlado por supervisores y mandos medios.
Cada empresa sigue un sistema organizacional adecuado a sus
funciones y objetivos. Según la misión y visión de la misma se define una estructura
organizacional a seguir. Por eso, hay organizaciones cuyo modelo dispone de más
niveles jerárquicos, otras establecen un sistema matricial, por ejemplo.
En este sentido, la productividad no debe verse mermada por disponer de tramos
de control corto y una larga cadena de mando que, en última instancia, remite a
una autoridad ejecutiva que tome las decisiones. Por un lado, la organización
vertical se estructura en la realización de tareas concretas por individuos,
mientras la horizontal se basa en un flujo de trabajo llevado a cabo por un
equipo. En función del perfil del trabajo o tareas que habremos de llevar a
cabo, variará la productividad con uno u otro modelo.
CARACTERÍSTICAS DE ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE UNA EMPRESA
Antes de definir el mejor sistema para implementar en
nuestra empresa, es preciso ver algunas de las principales características de
la estructura organizativa de una empresa.
- Se
trata de un proceso continuo y versátil con el tiempo.
- Puede
ser centralización o descentralizada, dependiendo si las
decisiones parten de un conjunto de altos cargos o de los propios equipos
de trabajo, respectivamente.
- Especialización de
las distintas áreas. Cuanto mayor es la empresa, más especialización.
- Coordinación
y colaboración entre equipos o departamentos.
- Estandarización de
protocolos, burocratización y procedimientos.
- Debe representar
realmente a las personas que componen la empresa.
- Adaptada
a la estrategia que persigue la organización.
- Dirigida
a los objetivos alcanzables.
- Acorde
con la tecnología y herramientas disponibles.
- El entorno
sectorial de la empresa es un elemento que condiciona su
estructura.
- Cada
persona debe saber dónde encontrar lo que necesita para ejecutar sus
funciones.
- Funciones
definidas claramente y entendidas por todo el
equipo.
- Toda estructura organizacional formal tiene paralelamente una estructura informal de relaciones entre las personas de los equipos de trabajo. Es lo que se denomina estructura organizacional real.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdO-fslBdWXvTbBnxY-1oq_CAxAQ4yKpQYwDkwvjpt9VSm4xF4R7FUXz5QKZHASZVKgYtu-e8lJ_NLw_U27eQ4rnWW4J6CnB-ujwsQAS_jcWNXSr9h2yEYp1d3L-zbPv9z3_bf6cBE588/s200/Puzle-equipo-300x199.jpg)
Las pequeñas empresas más innovadoras y actuales suelen
utilizar una estructura horizontal. Esto les otorga un ritmo acelerado en la
toma de decisiones y en los cambios a la hora de pivotar rápido en sus
estrategias. Lo que supone que la transparencia y un continuo feedback serán
los principales elementos de la estructura organizacional que las define. Además, a medida que la empresa crece, su sistema
organizacional se complica. Por eso decimos que una estructura organizacional
es un proceso continuo, versátil y en constante actualización.
TIPOS DE ESTRUCTURAS ORGANIZACIONALES
Como hemos visto, cada empresa aplica su sistema
organizacional más acorde a sus características o necesidades. Por eso, existen
multitud de tipos de estructuras organizacionales.
Destacamos a continuación los principales tipos de
estructuras organizacionales:
- Divisional.
Las empresas se organizan por las divisiones de negocio.
- Funcional.
La estructura organizacional funcional se basa en las tareas de cada
colaborador.
- Matricial.
Integra una estructura funcional y por proyectos. Los equipos de trabajo
tienen varios proyectos, en los que cada miembro desempeña una misma
función.
- Geográfica.
Organización a partir de las sedes geográficas. Para empresas que operan
en un nivel internacional.
- Central.
Hay varios supervisores por cada empleado. Se da en organizaciones grandes
y complejas, con varias localizaciones.
- Lineal.
La estructura organizacional lineal es de las más antiguas que existen.
Responde a un modelo basado en una autoridad en la que se centralizan
todas las decisiones. Su aspecto es piramidal. A medida que la estructura
jerárquica asciende, disminuye el número de cargos y aumenta el índice de
responsabilidades.
- Horizontal.
Es una estructura descentralizada, basada en la confianza del equipo. Se
otorga a los empleados el poder de tomar decisiones y auto-gestionarse. Es
lo que se conoce actualmente como employment power,PODER DE EMPLEO.
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